1829.- FALSAS
SEGURIDADES
Tenemos que hacer un esfuerzo por dejar de
generar aquello que nos envenena, quema, corroe y hace padecer, es decir, la
rebeldía contra Dios en la que puede entrar y permanecer el adversario, satanás,
el primer rebelde contra Dios.
Mientras continuemos oponiéndonos a Dios,
mientras sigamos prescindiendo de Él, vamos a continuar perdidos en el abismo
de nuestro ser que no deja de corromperse-pudrirse-deshacerse irremediablemente.
Nos dedicamos a nosotros mismos suponiendo que
esta bien, que es justo, necesario, debido, conveniente, pero no vemos que así es
como hemos anulado la Fe
e impedido la Revelación
de Dios.
Lo único que seguimos generando son
caprichos-gusanos que nos devoran, atormentan y envenenan, simplemente porque consumen,
devoran, destrozan nuestra alma y luego la excretan convertida en excremento
caliente, ácido, repulsivo que produce en el alma el mismo efecto que un
elemento corrosivo.
Como renegamos de Dios y nos oponemos a Su Voluntad,
estamos a merced de satanás. Como queremos continuar siendo rebeldes contra
Dios, prescindiendo de su Voluntad, seguimos pudriéndonos en vida, continuamos
a merced de los que nos devoran-consumen transformándonos a su imagen y
semejanza.
Siendo rebeldes contra Dios, no hacemos mas
que esfuerzos por continuar siéndolo, nos movemos para valernos por cuenta
propia y para no amar a Dios, para no confiar en Él, para seguir dedicándonos a
nosotros mismos.
No queremos dejar falsas seguridades, al
contrario, insistimos con lo que somos, hacemos, tenemos, obrando como
fariseos, maestros de la ley, saduceos, etc., que se apegaron a su orgullo y
continuaron con sus costumbres oponiéndose a la Revelación de Dios.
La falsa seguridad a la que nos apegamos es
aquella en la que nos esforzamos por creer que todo depende de nosotros, que
todo lo podemos, que incluso Dios esta sometido a nuestros caprichos y
delirios.
La falsa seguridad que no dejamos es aquella
en la que nos esforzamos por continuar prescindiendo y desconfiando de Dios,
creyendo que lo tenemos sometido, controlado, no viendo que así es como somos costumbristas
que apagan su Revelación, o peor, la intentan en lo que les conviene.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario