EL IMPERIO BRITÁNICO MUNDIAL, SECRETO PARA SU CAÍDA (IX)
Continúa el combate espiritual para vencer a satanás, derrotar las
tinieblas y desmoronar su imperio
Considerar que:
1.- El imperio británico es oculto, disimulado.
2.- El nuevo orden mundial es su máscara.
3.- Si no vencemos la mentira y no derrotamos el
engaño, no vamos a poder a llegar a comprenderlo, y mucho menos a defendernos.
EL IMPERIO
BRITÁNICO MUNDIAL, SECRETO PARA SU CAÍDA:
EL IMPERIO BRITÁNICO
MUNDIAL, SECRETO PARA SU CAÍDA (II):
EL IMPERIO
BRITÁNICO MUNDIAL, SECRETO PARA SU CAÍDA (III):
EL IMPERIO
BRITÁNICO MUNDIAL, SECRETO PARA SU CAÍDA (IV):
EL IMPERIO
BRITÁNICO MUNDIAL, SECRETO PARA SU CAÍDA (V):
EL IMPERIO
BRITÁNICO MUNDIAL, SECRETO PARA SU CAÍDA (VI):
EL IMPERIO
BRITÁNICO MUNDIAL, SECRETO PARA SU CAÍDA (VII):
EL IMPERIO
BRITÁNICO MUNDIAL, SECRETO PARA SU CAÍDA (VIII):
Capítulo I: EL
GRAN MILAGRO ES COMO EL INSTANTE PREVIO A LA MUERTE (I)
En el combate final estamos frente a frente
con nosotros mismos, con lo que somos, con el resultado de lo que hemos hecho,
ahí no hay mentira posible, solo podemos contemplarnos en la Verdad.
Ahí pasan las almas la última prueba y
determinante lo que se haya hecho o no en el transcurso del tiempo, debido a
que cada cual llega con lo que es, despojado de lo que dice, cree y desea hacer
creer que es.
El alma se encuentra sola, a solas consigo
misma, encerrada en una momentánea ausencia de Dios, un estado en el que Dios
la coloca para el último juicio en el que ella conoce la verdad y debe juzgarse
a sí misma.
Acá es donde las almas sin fe enloquecen, se
desesperan, se odian a sí mismas, no pueden liberarse de lo que han acumulado,
generado, porque se aborrecen, desprecian, ven lo que realmente son y merecen.
Ahí toman consciencia de lo que han forjado,
de aquello en lo que se han convertido, lo que han acumulado y también lo que
han merecido. Esto se debe a que Dios da una Luz especial, envía Su Espíritu de
Verdad, Espíritu Santo que produce el conocimiento espontáneo de la Verdad, el alma
se ve en la Verdad, como Dios la Ve.
El alma que no eligió la fe, que no amó a
Dios, que se dedicó al orgullo y el amor propio, queda frene a frente con la
miseria que es y que ha elegido ser, lo que acumuló, no puede engañarse, por
mas que quiera, la consciencia es imposible de acallar.
Todo sale a la luz, todo se vuelve evidente,
la realidad resplandece, brilla y es imposible de ocultar.
Acá las almas que han tenido fe hallarán
consuelo, paz, porque sabrán donde dirigirse, cómo obrar, donde encontrar
refugio, porque confiar en Dios y dirigirse a Él venciendo el miedo y las
tentaciones es un hábito que ya tienen.
Ahí es donde las almas sin fe, orgullosas,
viciosas, corruptas, desamoradas, dedicadas a vanidades, se encuentran
perdidas, desconcertadas, no aciertan con el rumbo, se ahogan, enloquecen y
desesperan.
En definitiva, el gran milagro anunciado es
como el instante previo a la muerte donde El Señor juzga al alma y permite que
ella misma se juzgue en Su Luz, conociendo la Verdad por medio de Su Espíritu
de Verdad, El Espíritu Santo.
Capítulo II: IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD
(23): EL GRAN MILAGRO ES COMO EL INSTANTE PREVIO A LA MUERTE (II)
Cuando las almas se encuentran frente a frente
con lo que son en realidad, no pueden mentirse, no hay posibilidad de engaño,
es como cuando se colocan frente a un espejo, podrán negar a otros, pero la
realidad es patente delante de los ojos.
Las almas intentan engañarse, incluso muchas
lo hacen, se evaden, desdibujan la realidad, se convierten en alienadas
fantasiosas encerradas en delirios caprichosos, pero eso dura un tiempo, toda
fantasía se derrumba, desploma, desarma.
Sucediendo esto en el instante de la muerte,
las almas orgullosas se pierden definitivamente en tinieblas, quedando
atrofiadas, retorcidas, deformadas para toda la eternidad.
Esto es así porque saben la verdad, la vieron,
no pueden ocultarla aunque quieren y lo intentan, entonces, por toda la
eternidad hacen el esfuerzo de no ver lo que vieron y recuerdan, por continuar
mintiéndose y por olvidar lo conocieron.
Saben perfectamente la verdad, la conocen,
pero la odian, aborrecen, desprecian y tratan de ocultarla, se esfuerzan
interminablemente por mentirse, engañare y evadirse, y por hacer creer la
mentira, por mostrar la máscara por la cual demandan ser adoradas.
Pasan a la eternidad infeliz de los demonios
convirtiéndose en eso. Persiguen a las almas en el mundo demandando ser
reconocidas como lo que dicen ser, mas no lo que en realidad son.
Continúan haciendo desde las tinieblas lo que
hicieron en el mundo, tenerse lástima, pena, autocompasión, mentirse,
engañarse, evadirse de la realidad, ocultar y disimular la verdad, darse una
máscara-apariencia y demandar ser vistas o reconocidas por ésta.
Como el gran milagro anunciado consiste en un
Don de Dios donde Él realiza lo mismo que en el instante de la muerte, pero
ahora, posibilitando de esta manera a las almas la reconsideración de su ser y
hacer, de sus caminos perversos, en estos tiempos lo que sucede es similar.
Las almas continúan su paso por el mundo
evadidas de la realidad, encerradas en tinieblas, muertas en el espíritu,
demandando adoración, teniéndose lástima, construyendo una imagen-apariencia y
enterrándose definitivamente en el olvido de Dios y la negación de Él.
Capítulo III: ORGULLO
Y DESAMOR EN ÁNGELES Y HUMANOS
En el proceso de creación de los ángeles,
éstos también tuvieron sus pruebas, donde satanás y muchos como él no las
pasaron convirtiéndose en lo que son, demonios, la negación de aquello que
pudieron ser.
Dios Creó Ángeles, no demonios, Dios no sabe
hacer cosas feas ni mal. Los demonios eran ángeles, se hicieron a sí mismos
demonios, eligieron convertirse en eso.
No pasaron las pruebas de humildad y amor,
eligieron el orgullo y el amor propio, transformándose, deformándose,
volviéndose todo lo contrario de aquello pudieron y debieron ser.
Fueron probados en la humildad cuando Dios les
Reveló la ley, ahí los Ángeles Buenos obedecieron gustosamente, mientras que
los orgullosos lo hicieron con resistencia, dificultad y mas por interés y
conveniencia que por real amor a Dios.
Fueron probados en el amor cuando Dios les
Reveló el Misterio de la Unión Hipostática del Verbo, la doble naturaleza de su
Hijo y en el tiempo sería Perfecto Hombre y Perfecto Dios.
Ahí es donde los Ángeles Buenos adoraron a
Dios Encarnado viéndolo presente en espíritu, pero es ahí donde los ángeles
orgullosos y rebeldes explotaron de furia, se eligieron a sí mismos, renegaron
abiertamente de Dios.
Cada rechazo interior que venían haciendo
provocaba o generaba orgullo, amor propio, un deseo ardiente de adoración en su
interior, eso motivó que en el instante último, en el momento de la prueba
final, reventaran de orgullo y ardieran eternamente en amor propio
desesperándose por lograr ser adorados.
No venían acumulando genuino amor a Dios,
verdadera entrega a Él, real deseo de Él, entonces, cuando debían usar ese
amor, como no lo tenían, se quebraron, se hundieron, desinflaron, desarmaron,
mostraron lo que realmente eran.
Con la humanidad sucedió lo mismo, primero
Dios Reveló la ley, quienes la aceptaron pasaron a pertenecer al pueblo de
Dios, quienes no, no fueron de su pueblo.
Después llegó el tiempo de la Revelación del
Misterio de la Unión Hipostática, sucediendo lo mismo, quienes aceptaron el
Misterio, pasaron a formar el pueblo de Dios, quienes no, dejaron de
pertenecerle a Dios.
Ahí como en los ángeles, el pecado de orgullo
se consumó, fueron fieles a sí mismos y no a Dios exponiendo lo que habían
acumulado, a quien elegían en su corazón ante que a Dios, pasando a las
tinieblas, al olvido y la negación de Dios.
Capítulo IV: IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD
(24): EXIGEN LO QUE NO LES CORRESPONDE ASÍ COMO HICIERON LO QUE NO DEBÍAN
El pueblo del antiguo testamento cometió el
pecado de orgullo eligiéndose a sí, eligiendo alimentar su ego y cultivar su
imagen, mientras que el pueblo del nuevo testamento cometió el pecado de
desamor, porque en vez de amar a Dios, se amó a sí mismo.
En sí ambos pecados son lo mismo, tanto el
orgullo es desamor como el desamor es orgullo, pero al pueblo del antiguo
testamento le correspondía dar la prueba de humildad en nombre de la humildad y
no lo hizo, como al pueblo del nuevo testamento le correspondía dar la prueba
del amor y no lo hizo.
Ninguno de los dos era un pueblo elegido para
hacerse adorar o para convertirse en cerdos cómodos, viciosos, corruptos,
orgullosos y desamorados, eran elegidos para colaborar con Dios en la salvación
de la humanidad.
Cada uno demostró no ser digno, no estar a la
altura de su misión, no respondieron al Llamado, a la Vocación, se dedicaron al
mundo, a las apariencias, al orgullo, como a las actividades protocolares sin
llenar el contenido.
Se volvieron hijos viciosos, corruptos, solo
ocupados de alimentar su ego abismal, se comportaron como la realeza del mundo,
como algo inútil desesperado por saciar vicios y conservar sus inútiles
privilegios ocupándose en oprimir y esclavizar al resto.
Tanto el pueblo del antiguo como el del nuevo
testamento, no entraron en el Reino, en comunión real con Dios y no permitieron
que otros lo hagan, no adoraron a Dios, no lo eligieron ni lo sirvieron, el
balance final de ambos pueblos les ha merecido perder la viña.
Ambos pueblos se eligieron a sí mismos, el
orgullo, el amor propio, alimentar el ego, dedicarse al mundo, construir una
imagen-apariencia, empeñarse en hacerse adorar.
Ambos pueblos rechazaron el Don de Dios
volviéndose orgullosos repitiéndose
enfermiza y orgullosamente ‘soy el elegido’, queriendo imponer a otros su
demencia infernal haciéndose adorar, servir y obedecer.
De esta manera es que no amaron a Dios, no
colaboraron con Él y quedaron encerrados en su orgullo, perdidos en tinieblas,
y así es que vagan en el mundo errantes en las tinieblas que han construido y
atraído a la faz de la tierra al no haber hecho el enlace con Dios, al no haber
atraído el Reino de Dios.
Por supuesto que en su delirio de orgullo,
amor propio y fantasías infernales, exigen adoración, aceptación,
reconocimiento, veneración, servicio, pertenencia, etc., pero están obrando
como demonios que, estando irremediablemente perdidos y convertidos en muertos
eternos, exigen lo que no les corresponde mientras que no hicieron lo que
debían.
Capítulo V: IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD
(25): REDUCIDOS A UN PUÑADO DE OLVIDO DE DIOS
Estando frente a frente, frente a sí como ante
un espejo, el adversario, satanás, se adoró a él mismo, se deslumbró,
verdaderamente se excitó con él, ahí eligió adorarse eternamente, amarse a él
mismo, convertirse en la fuente del orgullo y el amor propio, de la negación y
del olvido de Dios, de la omnipresencia obsesiva y caprichosa de sí mismo,
alzando su ‘yo’ hasta la demencia.
Por ese mismo camino conduce a las almas y los
pueblos, especialmente a las religiones, los arrastra a que se adoren a sí, se
contemplen, amen, generen orgullo, amor propio, se vuelvan delirantes de
soberbia y se convenzan-persuadan de merecer ser adorados.
Almas, pueblos, naciones, religiones, etc.,
todos recorren el mismo camino de perdición, de olvido de Dios, de negación de
Él, de obsesivo pensar en sí y de dedicarse al orgullo, a construir la propia
imagen.
De esta manera, en vez de buscar y recibir a
Dios, en vez de convertirse en Fuentes de la Presencia Viva de Dios en el mundo,
se vuelven abismos de inmundicia, corrupción, podredumbre, maldad, vicios.
Al constituirse en abismos o fuentes de
perdición, son como embudos que conectan el mundo con el infierno y tienden
puentes por los que los demonios ascienden al mundo instaurando su reino,
estableciendo su presencia.
De esta manera, almas, pueblos, naciones,
religiones, etc., se convierten en la negación de lo que pudieron ser, lo
opuesto, fuentes de tinieblas, de ausencia de Dios, de invasión satánica, de
posesión satánica de la humanidad.
Podrían atraer la Presencia de Dios,
establecer la comunión con Dios y atraer El Reino de Dios, podrían hacer del
mundo un paraíso, pero al renegar de Dios, prescindir de Él, no aceptar Su
Voluntad y no colaborar con Él, convierten el mundo en un infierno.
Lo peor de todo es que terminan adorándose a
sí como satanás, esforzándose por mentirse, engañarse, por formar una idea
delirante de sí, un orgullo inútil y fantasioso al que adoran, por el que se
engañan y pretenden engañar evadiéndose de la realidad.
De esta manera se condenan a vagar en
tinieblas ahora y para siempre, porque no quieren ni admitir que yacen en
tinieblas, que se encuentran en el abismo y que solo y siempre piensan en sí
mientas adoran su imagen, la expresión misma de la ausencia de Dios, de la
rebeldía, del desamor.
Como satanás, se quedan mirando, admirando y
adorando una fantasía, lo que no es, un delirio, y lo atesoran defendiéndolo
como si fuese algo, vaciándose por completo de amor y verdad, convirtiéndose silenciosamente
en tinieblas, polvo y cenizas, un puñado de olvido de Dios.
Capítulo VI: IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD
(26): NO LO BUSCAMOS NI LO RECIBIMOS
Todos tenemos un momento en el que podemos
elegir, en el que se presenta la opción y debemos decidirnos.
La opción consiste en continuar siendo fieles
a nosotros mismos o pasar a ser fieles a Dios.
Es una prueba para el orgullo-amor propio, y
es la oportunidad única para llegar a ser verdaderamente libres.
Acá es donde el pueblo que fue el elegido en
el antiguo testamento se eligió a sí mismo y no a Dios, dejando por ello de ser
el elegido de Dios, y es acá también donde el pueblo que fue el elegido
posteriormente, el del nuevo testamento, se eligió a sí mismo y no a Dios,
dejando por ello de ser el elegido de Dios.
Somos nosotros mismos los que no queremos ser
libres, los que deseamos continuar en estado de esclavitud, los que por miedo,
orgullo, fidelidad a sí, queremos continuar con costumbres inútiles como
preocuparnos por nosotros mismos y rechazando la Luz Verdadera, impidiendo la
Revelación de Dios.
No nos atrevemos, no queremos, no nos
permitimos una idea diferente, ni la consideramos, no le damos lugar a la
intervención de Dios, nos desesperamos por mantener el orden impuesto y por mantener
por lo tanto el control.
Somos como fariseos, maestro de la ley,
saduceos, etc., de antaño, elegimos el culto a la propia imagen, ser fieles a
nosotros mismos, mantener las costumbres propias y no prestar atención a Dios,
no escucharlo, no recibir al Señor, Su Revelación, al Que Es El Enviado de
Dios.
Cada uno debe colocase delante de Dios y
pedirle a Él que lo ilumine y Fortalezca para aceptar la Verdad, para conocer
en que estamos rindiéndonos culto, siendo fiel a nosotros mismos, donde es que
nos estamos dedicando a cultivar la imagen por la que deseamos ser adorados y
por la que queremos ser amados, aceptados y adorados, porque esa
imagen-apariencia es la que tenemos como salvación y por la que rechazamos al
verdadero Salvador.
Preferimos miedosamente cultivar la imagen,
cuidad las apariencias, ser fieles a eso, no aceptar a Dios, impedir, ignorar,
rechazar la Revelación de Dios Su Paso o intervención, hacemos esfuerzos reales
por continuar siendo fieles a nosotros mismos.
De esta manera que seguimos hundiéndonos en
tinieblas, entregándonos al abismo, colaborando con satanás en producir la
ausencia de Dios en el alma y en el mundo.
Así es como nos consumimos ardiendo en deseos
de ser adorados y creyéndonos habilitados para odiar a quienes no nos adoran,
de esta manera es como vamos por un camino irremediable de perdición, tinieblas
muerte, vacío y desolación.
Como deseamos tener todo controlado, sujeto,
sometido, no permitimos a Dios que Se Revele, le impedimos Que Viva, Que Venga,
Que Vuelva, así es como permanecemos en tinieblas realizando esfuerzos por
convencernos de que tenemos a Dios cuando la verdad es que no lo hemos buscado
ni recibido.
Deseamos continuar siendo fieles a nosotros
mismos fingiendo que somos fieles a Dios rechazando la Verdad, cultivando el
orgullo y convirtiéndonos en hipócritas desamorados que se pasean por el mundo
reclamando adoración y odiando a quienes no reconocen ni alimentan su ego
delirante.
Capítulo VII: ¿DÓNE
ENCONTRARÁN A DIOS VIVO Y PRESENTE?
Como no hemos hecho el buen hábito de
discernir la Voluntad de Dios y Obedecerlo, no podemos ver la verdad, porque no
la elegimos, porque no la quisimos, preferimos, atesoramos, deseamos.
Así es que no podemos ver lo que sucede en
realidad en el mundo, como el adversario ha avanzado y tomado el control, como
se ha asentado donde no debería ni haberse atrevido desear a entrar.
Así como un alma que se estanca
espiritualmente porque no elige a Dios y no lo sigue verdaderamente, el mundo
en estos tiempos se halla estancado, paralizado, hundido, sumergido, postrado,
enterrado en tinieblas, sometido a la mentira, al gran engaño, al imperio
oculto y disimulado del adversario.
Así como el alma que no hace un esfuerzo por
salir de su postración queda encerrada, atrapada e irremediablemente sumergida
en tinieblas pudriéndose, el mundo desamorado, que no ama a Dios en verdad y
que prefiere el orgullo y las vanidades, corre a la putrefacción, corrupción
irremediable, a una autodestrucción.
Así como Dios interviene milagrosamente en la
vida de las almas que corren irremediablemente a su perdición eterna
concediéndoles una piedra de escándalo para que abran los ojos, despierten,
vean la verdad y tengan la opción de corregirse, a las naciones también les
concede un tropiezo, una dificultad para librarse de su orgullo y
reencaminarse, para volver a Dios y corregirse.
La piedra del escándalo sirve para que salgan
a la luz los pensamientos íntimos de la humanidad, para que tengan las almas la
oportunidad de verse, reconocerse y ahí de cambiar y encaminarse.
Desgraciadamente, como sucedió con la Primera
Venida del Señor, las almas se esfuerzan por apagar la Luz, despreciar la
Revelación, acallar la Voz de Dios, prefieren continuar siendo fieles a sí,
mintiéndose, engañándose, haciéndose adorar como si sirviese de algo que otros
reconozcan y adoren el orgullo delimitan, fantasioso y en esencia inexistente.
Ante la Revelación de la Verdad hay almas que
obrarán como los Ángeles Buenos, se convertirán alegrándose de amar mas y mejor
a Dios, de tenerlo y recibirlo verdaderamente, de poder pasar a adorarlo en
Espíritu y Verdad, pero también hay almas que se convertirán en diez veces
peores, odiarán la Revelación confirmando que desean perderse.
Quienes se afirmen en la Revelación de la
Verdad encontrarán al Señor Vivo asistiéndolos, Fortaleciéndolos,
Iluminándolos, Guiándolos, Conduciéndolos, mientras que quienes rechacen la
Revelación de la Verdad, se encerraran en sí perdiéndose en tinieblas,
esforzándose por mentirse y por convencer a todos de sus mentiras, delirios,
fantasías, desesperándose por obtener adoración.
Las almas no encontrarán a Dios Vivo y
Presente en otro lado mas que en la Revelación de la Verdad.
IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD (1):
IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD (2):
IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD (3):
IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD (4):
IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD (7):
IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD (8):
IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD (9):
FANTASÍA AUTO-ALIMENTADA:
IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD (10):
IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD (11):
IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD (12):
IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD (13):
IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD (14):
IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD (15):
http://jorgelojo12.blogspot.com.ar/2014/03/2251-identidad-imagen-personalidad-15.html
IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD (16):
IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD (17):
IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD (18):
IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD (19):
IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD (20):
IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD (21):
IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD (22):
IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD (23):
IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD (24):
IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD (25):
IDENTIDAD-IMAGEN-PERSONALIDAD (26):
¿CÓMO DETERMINA EL ORGULLO LA VOLUNTAD?: